En este episodio hablamos con Fer Miralles, un comunicador excelente que entiende el poder, el dinero y la manipulación mucho mejor de lo que la mayoría.

Fer ha sido campeón nacional de oratoria, da clases a empresas y a medio internet sobre comunicación, y ha movido a millones de personas con sus vídeos sin levantar la voz.

Charlamos sobre cómo nos manipulan (y cómo lo hacemos sin darnos cuenta), por qué el dinero no te da libertad si no sabes pensar por ti mismo, y qué pasa cuando confundimos éxito con validación externa.

Fer tiene una comunicación admirable, habla con calma, pero te deja el cerebro patas arriba.

De esos episodios que te hacen cerrar el portátil y pensar un rato.

Disfruta del episodio completo en YouTube.

Hay conversaciones que no te dicen lo que quieres oír, sino lo que necesitas pensar.

En este episodio, Fernando Miralles, Javier y yo, ponemos el foco en cómo el dinero, el poder o la influencia cambian a las personas, si no aprenden antes a conocerse.

Hablamos de comunicación, de ego y de por qué muchos confunden éxito con control.

No es una charla sobre grandes teorías.

Es sobre criterio, sobre sostener tu voz cuando el ruido es fuerte.

Y sobre recordar que la verdadera autoridad empieza cuando aprendes a pensar por ti mismo.

  1. Comunicar es pensar

    En los negocios, muchos creen que comunicar bien es sonar profesional.

    Usar las palabras correctas, el tono adecuado, la postura exacta.

    Pero la comunicación va mucho más allá de eso.

    Comunicar bien es pensar bien.

    Es tener la capacidad de ordenar tus ideas para que los demás las entiendan, las crean y las sigan.

    Si tu mensaje es confuso, tu pensamiento también lo es.

    Y cuando tu pensamiento es confuso, tus decisiones empresariales se vuelven erráticas: los equipos no entienden hacia dónde van, los clientes no perciben el valor de lo que haces, y tu marca se vuelve una más.

    Fernando Miralles lo deja claro: la oratoria no es una herramienta para impresionar, sino para estructurar tu mente.

    Porque cuando logras explicar lo que haces con claridad, también logras venderlo mejor, liderar con más autoridad y atraer el tipo de personas que conectan con tu visión.

    Así que antes de preocuparte por hablar mejor, preocúpate por pensar mejor.

    Porque todo negocio sólido empieza con una idea bien dicha… y una mente bien ordenada.

  1. Tu libertad depende de tu pensamiento crítico

    Hoy cualquiera puede tener voz.

    Pero pocos se detienen a pensar si esa voz realmente les pertenece.

    En los negocios, la falta de pensamiento crítico es una de las formas más comunes de esclavitud moderna.

    Se disfraza de “seguir tendencias”, “aprovechar el algoritmo” o “hacer lo que todos hacen porque funciona”.

    Y claro, puede que funcione… hasta que deja de hacerlo.

    Fer Miralles explica como la manipulación no siempre viene de fuera.

    Muchas veces, nace de dentro, cuando dejas de cuestionar lo que haces y por qué lo haces.

    Pensar de forma crítica no significa dudar de todo, sino tener criterios propios para decidir qué merece tu energía, tu dinero y tu tiempo.

    Es mirar más allá del ruido, entender el contexto y tomar decisiones alineadas con tus principios, no con el miedo o la moda del momento.

    Las empresas que sobreviven a los cambios no son las que más recursos tienen, sino las que piensan mejor bajo presión.

    Porque cuando el mercado tiembla, las ideas prestadas se derrumban, y solo queda en pie quien aprendió a pensar por sí mismo.

    Tu libertad (como persona y como empresario) empieza el día que dejas de repetir lo que todos dicen y comienzas a construir desde tu propio criterio.

  1. El tiempo vale más que el dinero

    El dinero se recupera.

    El tiempo, no.

    En este mundo lo olvidamos con frecuencia.

    Nos obsesionamos con crecer más, facturar más, llegar a más, y en ese camino, muchos pierden lo único que no se puede comprar: tiempo con las personas que quieren, tiempo para pensar, tiempo para vivir.

    Fernando Miralles resume como el dinero se imprime cada día; el tiempo con tus hijos, no.

    Y aunque lo diga desde una mirada personal, el mensaje aplica también al mundo empresarial.

    Porque cuando un negocio te roba la vida, deja de ser un proyecto y se convierte en una prisión.

    Y cuando aprendes a valorar el tiempo como un recurso estratégico, empiezas a tomar decisiones distintas: delegas, priorizas, automatizas, y te concentras en lo que realmente mueve la aguja.

    El dinero sirve para comprar opciones; el tiempo sirve para ejercer libertad.

    Por eso, el verdadero éxito no está en tener más, sino en poder elegir dónde y con quién inviertes tus horas.

    Así que antes de mirar el balance de caja, mira el calendario.

    Ahí está tu riqueza real.

La conversación con Fernando Miralles deja sobre la mesa algo que va más allá de la oratoria o el dinero.

Y es que la importancia de mantener la cabeza fría y los valores firmes cuando todo se mueve rápido.

Hablamos de libertad, de pensamiento crítico y de cómo tomar decisiones que no te pasen factura personal ni profesional.

Si te interesa profundizar en estos temas, puedes ver el episodio completo en YouTube o escucharlo en tu plataforma habitual de podcast.

Aquí tienes el enlace al episodio:

Dale al play y escúchalo entero.

¡Nos vemos en la siguiente!