Muchos creen que crecer es tener más.

Más oficinas, más empleados, más ruido...

Pero a Jorge López le gusta entender el crecimiento de otra forma.

Lo ve más como cimientos.

En este episodio habla de la mentalidad de quien construye algo grande mientras otros solo especulan.

No le tiene miedo a la recesión.

Directamente la espera.

Porque ahí es donde uno realmente puede crecer.

Disfruta del episodio completo en YouTube.

Muchos hablan de éxito cuando el mercado sube.

Pero pocos saben sostenerlo cuando todo se tambalea.

Jorge López, fundador de Lion Capital, no construyó su negocio sobre tendencias ni modas.

Lo hizo sobre los principios que más importantes consideramos mi padre y yo: disciplina, visión y sentido común.

En esta conversación explica cómo afrontar los ciclos sin perder la cabeza, ni la identidad.

Y nos recuerda a todos de que si tu negocio depende solo de que “todo vaya bien”, no tienes un negocio sino que tienes una apuesta.

En esta newsletter, como en todas, te detallaré los 3 mayores aprendizajes que he sacado de esta charla y que espero que puedan servirte a ti también.

  1. Formar equipos es más rentable que fichar estrellas

    Muchos empresarios se obsesionan con encontrar al “comercial perfecto” o al “director milagroso” que solucione todos los problemas.

    Pero lo que Jorge López demuestra con hechos es que eso no es una estrategia, es una apuesta.

    Él ha construido una empresa con decenas de comerciales que no empezaron siendo cracks, pero hoy facturan millones porque trabajan bajo un sistema claro.

    ¿La clave?

    Formación constante, procesos definidos y cultura compartida.

    Las estrellas individuales pueden darte un golpe de suerte.

    Un equipo bien formado te da un negocio que sobrevive cuando las cosas se ponen feas.

    Si tienes un negocio, deja de buscar al “fichaje salvador” y pregúntate:

    • ¿He documentado mis procesos?

    • ¿La gente de mi equipo sabe por qué hacemos las cosas como las hacemos?

    • ¿Estoy invirtiendo tiempo en enseñar o solo en exigir resultados?

    La formación no es un gasto, es una palanca de rentabilidad.

    Porque cuando tu empresa sabe hacer las cosas bien (aunque tú no estés mirando) has literalmente ganado el juego.

  1. La recesión no es el enemigo, es el filtro

    Cuando el mercado se contrae, la mayoría entra en pánico.

    Los precios bajan, las ventas se frenan y muchos empresarios se paralizan esperando que “todo vuelva a la normalidad”.

    Pero Jorge López no ve la recesión como una amenaza.

    La ve como una limpieza necesaria.

    Un filtro que separa a los que construyen sobre bases reales de los que solo estaban surfeando la ola.

    Su lógica es sencilla:

    Si tu modelo solo funciona cuando el mercado sube, no tienes un modelo, tienes suerte.

    Las crisis eliminan el ruido.

    Los que trabajaban sin control de costes, sin estructura o sin un propósito sólido se caen del mapa.

    Y eso deja espacio (clientes, talento y atención) para los que sí estaban preparados.

    En vez de temer a la recesión, úsala como espejo:

    • ¿Tienes caja suficiente para resistir tres meses sin ingresos?

    • ¿Sabes qué gastos son estratégicos y cuáles sobran?

    • ¿Tu propuesta de valor seguiría teniendo sentido si tus clientes tuvieran la mitad del presupuesto?

    La recesión no destruye empresa, solo expone las que estaban huecas.

    Y quienes entienden eso, no solo sobreviven sino que salen de la crisis más fuertes, con menos competencia y más claridad que nunca.

  1. No hay negocio sin control financiero

    Muchos empresarios creen que “mientras haya ventas, todo va bien”.

    Pero Jorge López deja claro que si no controlas tus números, el negocio te controla a ti.

    Puede que vendas mucho, pero si no sabes cuánto te cuesta cada venta, qué porcentaje se va en marketing o cuánto margen te deja cada servicio, estás navegando a ciegas.

    Y cuando el viento cambia —porque siempre cambia— te estampas.

    En Lion Capital, Jorge destina más del 40 % del presupuesto a marketing y sabe exactamente por qué.

    Cada euro tiene una función, un retorno esperado y un seguimiento.

    No improvisa, decide con datos.

    El control financiero no es para “los de finanzas”.

    Es para quien quiere dormir tranquilo sabiendo que su empresa puede sostenerse sin fe ni milagros.

    Y aquí está el punto clave: el dinero no solo mide resultados, mide decisiones.

    Porque los negocios no mueren por falta de clientes…

    mueren por falta de control.

Después de escuchar a Jorge me he quedado pensando en cómo a veces confundimos “crecer” con “acumular”.

Más oficinas, más gente, más movimiento… pero no siempre más solidez.

Él ha hablado de construir desde los cimientos.

De procesos claros, control financiero y equipos que entiendan lo que hacen, no solo que obedezcan.

Y reconozco que me ha removido, porque muchos negocios (el mío incluido) a veces se sostienen más por inercia que por estructura.

Si tienes empresa, este episodio te va a hacer mirarla distinto.

No desde el entusiasmo del crecimiento, sino desde la calma de quien quiere que lo que ha levantado dure muchos años.

Yo ya tengo en mente algunos ajustes que quiero aplicar, y creo que a ti también te puede dar más de una idea.

Dale al play y escúchalo entero.

¡Nos vemos en la siguiente!